El yoga como terapia integral aumenta el poder de concentración, nivela tu carga emotiva y te permite desechar las sensaciones negativas, te llena de energía y te centra en el presente. La utilidad de esta práctica para alcanzar una vida saludable ha sido reconocida por la ciencia al punto que es usada como una técnica complementaria en tratamientos psicológicos e incluso, para combatir adicciones.
El yoga es una disciplina oriental que genera beneficios integrales en el ser humano, en el campo espiritual, mental y físico, reporta miles de aportes al individuo y cada postura contribuye con el bienestar de algunas de las partes de tu cuerpo y de tus pensamientos.
¿Buscas conectarte con tu energía y liberarte de las tensiones? Realizar asanas o posturas de yoga hará posible que pases la página de ese arduo día de trabajo y combatas el mal de los tiempos modernos: el estrés. Con esta guía de tres posturas sencillas que puedes realizar en casa, lograrás aliviar las tensiones, calmar la mente y controlar la ansiedad de forma efectiva.
Postura del niño o Balasana: Con este asana se hace una conexión del corazón con la tierra lo que hace sentir seguridad.
Para lograr la postura, separa las rodillas a la distancia de las caderas y siéntate sobre los talones. Los dedos gordos de los pies deben tocarse y estos formar un arco donde reposará la parte baja de tu espalda. Exhala e inclínate hacia delante hasta que tu torso quede sobre tus muslos, tu cabeza reposará en la superficie. Estira los brazos hacia atrás y a los costados, con las palmas hacia arriba.
Postura del triángulo invertido o Parivrtta Trikonasana: Ofrece un aporte espiritual al trabajar el cuarto chakra, Anahata. Cuando se rota el pecho se genera confianza y se desechan las inseguridades.
De pie, abre tus piernas más allá de las caderas, casi un metro. Estira los brazos hacia los lados, asegurándote que estén paralelos al suelo y las palmas deben mirar hacia abajo. Gira el pie derecho hacia el exterior en un ángulo de 90°, mientras giras el pie izquierdo hacia adentro y a la derecha unos 30 grados. Inhala y haz un péndulo con la cadera en dirección de la pierna que cierra, al mismo tiempo que alargas el brazo en sentido contrario, al exhalar, lleva ese brazo sobre la espinilla de la pierna que abre. El brazo contrario se eleva. Mantén ambos costados paralelos.
Postura de la extensión o Uttanasana: Este asana es un masaje a los órganos abdominales que es donde se centran las emociones, por esa razón esta postura contribuye con la distensión y ahuyenta la depresión.
De pie y con los pies juntos, inhala y levanta los brazos sobre la cabeza. Exhala y flexiona el tronco al frente extendido, y desde las caderas o desde la cintura, dependiendo de tu flexibilidad. Baja hasta donde puedas y que tus manos busquen llegar al suelo. Relaja la cabeza y el cuello, y deja que los brazos vayan completamente flojos.