Las plantas de las manos y los pies no mienten. Cuando el terapeuta de reflexología entra en contacto con ellos puede saber con precisión qué ocurre en otras áreas de nuestro cuerpo e, incluso, con nuestras emociones.
El objetivo de la reflexología es ir hasta el origen de nuestros dolores físicos o emocionales, tocando puntos específicos de los pies y las manos a través de los cuales se envía un mensaje de alerta al cerebro “¡Hey! Presta más atención aquí”, activando así el proceso de sanación en el órgano que presente alguna dificultad.
A través del tacto en las plantas de manos y pies, esta terapia logra aliviar tensiones, eliminar dolencias y curar problemas crónicos como el insomnio. Aunque es muy usual que los pacientes que acuden a reflexología presenten dolores en los pies, nuestra especialista en medicina Tradicional China, Emilith Gutiérrez explica que cuando esto sucedes es porque alguna otra parte del cuerpo no está funcionando y es allí donde hay que concentrar las energías de sanación.
Por ejemplo, a los pacientes que sufren de migraña, se les activa el dedo pulgar del pie que corresponde a la cabeza. De esta forma, el organismo reconoce que hay algo que no está funcionando adecuadamente en esa área y se aboca a tratarlo.
La reflexología puede ser combinada con otras técnicas de medicina tradicional china en una suerte de “combos sanadores”. Sin embargo, ella por sí sola es altamente efectiva. “Hay pacientes que entran al consultorio de una forma y salen de otra. Si sufrían de insomnio, esa misma noche pueden dormir, si presentaban dolores de cabeza, de inmediato se sienten aliviados”, dice Gutiérrez sobre la efectividad de la terapia en el corto plazo, pero cuyos efectos son duraderos en el paciente e inciden positivamente en su calidad de vida.