Como seres humanos que vivimos en sociedad, una de nuestras preocupaciones recurrentes es cómo lograr relaciones armoniosas con quienes nos rodean. No somos islas y para poder alcanzar nuestras metas personales, y muy especialmente las metas colectivas, debemos dirigir nuestros esfuerzos en la misma dirección.
En este sentido, la Programación Neurolinguística (PNL) puede ayudarnos desde el punto de vista práctico a descubrir y potenciar nuestras capacidades como individuo para ponerlas al servicio de los objetivos que queremos alcanzar en nuestra vida y del bien común.
En principio, la PNL es una herramienta poderosa de autoconocimiento. Al saber quiénes somos y cuáles son los recursos con los que contamos, podemos activarlos e integrarlos a nuestra vida. De acuerdo con nuestra especialista en esta disciplina, Marina Solórzano “una vez que la persona se conoce y autovalora, su autoestima comienza a elevarse, a sentirse diferente y desde su integridad puede mirar hacia afuera desde otro punto de vista”.
La PNL contribuye profundamente a que el individuo se sienta más empoderado y proclive a la curiosidad y el pensamiento amplio. Al ser una disciplina definida como “la psicología de la inteligencia y de la comunicación”, nos permite desarrollar el pensamiento crítico y autocrítico sobre los procesos que ocurren a nuestro alrededor. Y eso es muy valioso.
Obtener perspectiva sobre los temas que nos circundan nos ayuda a evaluar distintos puntos de vista, tener una postura auténtica y empática con el otro, ponernos en su lugar y reconocernos en él. Entender posturas distintas, aunque no las compartamos, es inteligencia social y esto puede alcanzarse a través de la reprogramación de nuestros esquemas de pensamiento con la puesta en práctica de las herramientas de PNL.
Otros beneficios asociados a esta disciplina son la recuperación de nuestras capacidades innatas como el humor, la posibilidad de sentir gratitud y esperanza, así como el logro del trabajo en equipo, elementos indispensables para nuestro desarrollo armónico personal y colectivo.
Fuente: Marina Solórzano. Especialista en PNL y terapeuta de Ecosalud.