Las actitudes de auto privación, de no permitirse disfrutar de las cosas, de elegir sufrir o resignarse… cuando se podría hacer todo lo contrario, son muchas veces indicios fuertes de baja autoestima.

El primer paso para detectar cómo nos sentimos realmente, cómo estamos viviendo, qué creencias limitantes nos rigen y cómo es el nivel de autoestima que tenemos hoy, es saber que podemos auto investigarnos de la manera más ecuánime posible, simplemente con la consigna de querer experimentar y ser curiosos -cosa que trabajamos en PNL.

La autoestima es “dinámica”,  va cambiando y transformándose… y precisamente la baja autoestima se deja ver a través de pensamientos, patrones mentales nocivos y ciertas  actitudes de auto privación -entre otros factores-, que toman forma a lo largo del tiempo, de creencias muy limitantes para la vida de una persona.

¿Cómo detectar la auto privación? comencemos por lo sencillo: cuando nos decimos «es mi suerte, es lo que me toca», «esto es lo que soy», “es lo que me tocó en esta vida”… lo peor es que estos mensajes limitantes van acompañados de esa sensación de certeza, que sentencia la limitación, que priva.

Estas creencias sin dudas encierran un mensaje de resignación… de que «haga lo que haga no va a cambiar nada». Pero además nos dice que –a pesar de tener algo-, «no tenemos el derecho» a disfrutarlo. Es sembrar y dejar pasar la cosecha, es en cierta forma ver pasar las cosas y privarnos de ellas, como si tuviéramos un chip que nos controla hacia la auto privación, hacia el no-disfrute.

Esta situación, evidentemente no apoya al bienestar. Sin merecimiento no hay disfrute, y sin disfrute no hay vida. Es por esto que para poder alcanzar un estado de salud mental que nos apoye a vivir como lo merecemos y queremos, es necesario liberarnos de la auto privación.

Con la Programación Neurolingüística -PNL-, podemos detectar creencias prestando atención a ciertas imágenes que surgen en determinados momentos, incluso en los de baja autoestima, o diálogos internos, el lenguaje que empleamos en la vida cotidiana, emociones, sensaciones de molestia o incluso de inmovilidad en nuestro cuerpo… Detectar es un primer gran paso, el primero de un camino hacia la vida. 

 

Algunas actitudes y características de la persona que se priva a sí misma, se juzga y luego se “condena” a no vivir plenamente:

creencias limitantes salud mental

-Cree que todo lo bueno y lícito se consigue a través del sufrimiento, que la vida es dura y que 

esto no se puede cambiar. Se desanima a veces con facilidad y por tal motivo no obtiene los resultados deseados.

-Si surge alguna oportunidad buena, tal vez se dice a sí misma «esto no es para mí, es para fulano que sí lo merece»… Se critica a sí misma, se auto exige al extremo de no poder alcanzar lo que se propone; y ahí está una parte de su auto – boicot: pretender metas desmedidas para confirmar su creencia de “no puedo hacerlo, sigamos así….es lo que me tocó en esta vida”.

-Se sienta merecedora del castigo, y del desamor.

 

Si estás viviendo una etapa de auto privaciones, de resignación, tal vez sea el momento de pensar que algo no está bien, que algo no está funcionando en tus emociones, en tu mente. Que éste, sin duda, no es el camino hacia una sana autoestima y una mejor calidad de vida.

 

Para la PNL no existe el fracaso, en su lugar existe un resultado pobre que puede y debe mejorarse.

Si vives tu vida privándote de la plenitud, de la salud, de  la calidad de vida, de bienestar, del disfrute… tienes que revisarlo todo y cambiarlo, aunque comiences por notar que es «sólo en algunos aspectos».

Marina Solorzano

Terapeuta  –  PNL Practitioner

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