Hay estudios de familias en donde se comparan acciones correctivas dentro del modelo familiar entre aquellas en un primer grupo en donde se permite a los hijos asumir sus decisiones, y la forma de corregir es a través de la reflexión, son los hijos los que determinan la dinámica en la familia.
Un segundo grupo de familias en las que los padres son los que dirigen el sistema familiar e imponen castigos, pueden incluso llegar a dar una bofetada al hijo de ser necesario, o negar o permitir alguna solicitud.
El resultado de estos estudios indicó que los hijos del primer grupo crecieron con una personalidad psicoemocional más estable, sólida y segura que los del segundo grupo.