¿Te sorprendería saber que todo diagnóstico, síntoma o enfermedad está asociado a una emoción reprimida? En los seres humanos incide una serie de factores que condiciona sus vidas: desde falta de pareja hasta padecimientos como el cáncer. Se trata de emociones que el cuerpo somatiza o manifiesta. Al método para determinar tales factores inconscientes que el cuerpo humano expresa a través de lo físico se le denomina Bioneuroemoción.
La Bioneuroemoción es una terapia que ayuda a traer al consciente todos los factores inconscientes que inciden en nuestro día a día. De acuerdo con María Borjas, biodecodificadora con más de cinco años de experiencia, todo “deriva de una emoción que se vive a solas, que no se expresa, que se calla, que se reprime. Esto hace foco en el cerebro y se deriva en un órgano que, al final, se traduce en una enfermedad”.
El estudio de la Bioneuroemoción empieza cuando el hijo del oncólogo alemán Rayke Hamer es asesinado. Seis meses después del fatídico día, Hamer es diagnosticado con cáncer de próstata y su esposa de cáncer en el seno izquierdo. A partir de allí, el doctor empieza a investigar y advierte que el origen de su enfermedad partió de la emoción reprimida por la muerte de su hijo.
“Todos los especialistas en decodificación energética o Bioneuroemoción son perseguidos por las grandes industrias farmacéuticas porque sanan a la gente sin medicamentos”, comenta Borjas. Además, agrega que la nueva medicina germánica plantea que, a partir del síntoma o diagnóstico médico, el biodecodificador puede reorientar los conocimientos básicos en biología y medicina en función de identificar la emoción reprimida: “si se trata de un problema en la piel, por ejemplo, el biodecodificador capta los indicios en torno a esa enfermedad para entender que se trata de un proceso de desprendimiento –real o simbólico– que el paciente manifiesta físicamente”.
Para ejecutar las terapias de Bioneuroemoción lo principal es determinar de dónde proviene el síntoma o enfermedad: si se trata de un tema transgeneracional, si ocurrió durante la concepción, el nacimiento o vida actual. Para ello, existen distintas terapias como el estudio del árbol genealógico o la metodología de la PNL (Programación Neuro-Lingüística).
“Estas terapias son, básicamente, para manifestar la emoción; esto quiere decir que si tenemos un problema, debemos verbalizarlo, debemos decirlo porque, de lo contrario, lo que está adentro no sale”, dice María Borjas. Dentro de la Bioneuroemoción, esto representa una estrategia para sanar los síntomas físicos producto de la emoción reprimida.
De acuerdo con los estudios realizados, el objetivo de esta terapia es hacer consciente el origen de la situación para así poder sanarla. Aquí, la figura del biodecodificador es servir de guía al paciente, de acompañante en el camino de la sanación. “La persona es la que se sana. Yo soy una asesora que la acompaña desde afuera y ayuda a encontrar en el inconsciente todo lo que está condicionando su vida para así solventarlo. El biodecodificador ayuda a conectar el alma con la mente y el cuerpo”, ratifica Borjas. Asimismo, agrega que el tiempo de la terapia depende de la disposición de la persona a sanar quien debe “estar dispuesto a entregarse para que el decodificador lo ayude en el proceso de sanación”.