La infancia es considerada una de las etapas más bellas del ser humano, por eso solemos asociarla con alegría, diversión y felicidad. No obstante, durante este período de vida, los niños —al igual que cualquier adulto— pueden tener problemas, miedos e inseguridades que afectan su bienestar. La psicología infantil es una herramienta que ayuda a resolver esos conflictos y le brinda apoyo emocional a toda la familia.
Nuestra psicóloga clínica, Teresa Pereira, especialista en niños y dinámicas de grupo, nos cuenta que los padres a veces piensan que sus hijos solo necesitan ir al psicólogo si tienen patologías mentales, por eso insiste en que esa percepción debe cambiar. Aunque la terapia psicológica debe emplearse en esos casos, también es necesaria para lograr que los pequeños desarrollen al máximo sus habilidades. “En la medida en que criemos niños sanos, seguros y felices, tendremos adultos exitosos, honestos y emocionalmente estables”, asegura Teresa.
¿Se ha preguntado qué hay detrás de ciertas actitudes de su hijo? Tal vez este ignorando algunas señales que indican que es indispensable acudir a terapia, como pueden ser por ejemplo, cuando el pequeño no duerme bien, tiene dificultades para relacionarse y expresar lo que siente, se flagela o se muestra muy agresivo, llora sin razón, se come las uñas exageradamente o le cuesta aprender a ir al baño.
Si nota alteraciones en la conducta de su hijo o si desea apoyarlo en transiciones importantes como la muerte de un familiar, una mudanza o un cambio de colegio, también puede recurrir a buscar la colaboración de un psicólogo. “Muchos niños vienen referidos por las maestras que quieren saber su coeficiente intelectual, el nivel cognitivo y si están preparados para aprobar de grado”, agrega nuestra especialista.
Teresa rescata el hecho de que los padres actualmente son más receptivos a las terapias, lo que representa un avance para nuestra sociedad. “Antes los hombres evadían el tema del psicólogo y mostraban cierta resistencia. Ahora me sorprende gratamente ver que están comprometidos con la salud de sus hijos y que son ellos quienes solicitan la consulta”, confiesa.
Como la familia es el entorno más cercano al pequeño, la terapia psicológica también trabaja con todos sus miembros. “Los problemas de los niños no se resuelven sólo en el consultorio, a veces ellos reflejan las circunstancias que viven sus padres”, comenta Teresa, quien resalta que es importante compartir momentos de calidad y demostrarles que los adultos también tienen mucho que aprender.
En EcoSalud sabemos que no existe un manual sobre cómo criar a los hijos; sin embargo, estamos seguros de que la asesoría psicológica le permitirá conocerlos profundamente y hacer un gran aporte como padre. Pedir ayuda demuestra que procura el bienestar de su familia, por eso no dude en hacerlo. Recuerde que es más sencillo adaptarse a los cambios cuando estos son guiados por un especialista e impulsados por el sentimiento más poderoso que une a padres e hijos: el amor.
