Vivimos de manera cíclica. Los ciclos son secuencias que conllevan un inicio, un desarrollo y un final. En la naturaleza todo es cíclico, las estaciones, la flora, los animales, y las relaciones -amorosas, amistosas, sexuales, de trabajo…. Realizar los cambios necesarios, nos permite destruir los círculos viciosos, para crear círculos virtuosos.
Es muy importante cerrar los ciclos con amor, recogiendo el aprendizaje y dejando atrás el dolor, trayendo contigo los momentos felices y dejando en el pasado los no tan felices. Agradeciendo y pidiendo perdón, amando cada parte de ti que vivió ese momento y bendiciendo lo que haya pasado porque gracias a eso, estás hoy aquí.
Para empezar a cerrar ciclos primero hay que ubicar en que área de vida puede estar abierta esa puerta, después ver que es lo que piensas, sientes y haces con respecto a esa situación o hacia esa persona, revisar cuándo no nos hacemos responsables de lo que provocamos y, si es así, entender que si no lo hacemos, jamás cerraremos círculos en nuestra vida, ya que siempre buscaremos un culpable para hacernos la víctima. Hay que actuar pro-activamente siendo protagonistas para cambiar la situación que nos incomoda, que nos hace sufrir o que nos tiene viviendo en el miedo.
Haz estas reflexiones con humildad, desde tu corazón, no desde tu razón. El hecho de tomar esta decisión implica un enorme beneficio para ti y para nadie más. Si has decidido dejar atrás tus temores, olvidar o perdonar a alguien ¡adelante!, hazlo hoy a través de una oración, de una plegaria, o simplemente escribe en una hoja en blanco lo que te molesta o te duele y posteriormente destrúyela o quémala.
Así que cierra ese ciclo y arriésgate a abrir otro, sea en lo mismo con diferente actitud, con la misma gente e ideas innovadoras o en otro espacio con nuevas personas.
Sigue tu corazón, este nunca te miente y si tienes dudas, es que ese no es el camino. Tu corazón siempre te dará certezas.
No hay que esperar a que nos quieran, a que nos comprendan, a que nos escuchen, a que nos reconozcan. Solamente debemos apresurarnos a cerrar los círculos que hemos dejado abiertos para disfrutar de la experiencia presente. Recuerda que la vida es corta, por eso hay que aprender a desprenderse, a hacer cambios y encontrar nuevas personas que pueden ser el inicio de un nuevo circulo.
Bettina Valderrama
Terapeuta de Ecosalud